IMPLICACIÓN FAMILIAS DE TDAH

PLAN DE INICIO

• Fase primera: sospecha de TDAH

El diagnóstico del menor( la atención, el nivel de actividad y el grado de impulsividad, además de otros aspectos cognitivos) puede llegar por dos vías, la familia o el profesorado.

Puede ser útil el Cuestionario psicopedagógico y de evaluación del TDAH y trastornos relacionados (6-12 años), desarrollado por la Asociación Andaluza de Psiquiatría y Psicología Infanto-Juvenil, donde aparecen cuestionarios para rellenar tanto para la familia como para el profesorado.

Una web con mucho material tanto para padres como educadores es la del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica.

• Fase segunda: valoración desde el centro escolar 

Se debe firmar el consentimiento por parte de los progenitores y entonces el equipo de orientación procederá a realizar un informe psicopedagógico.

A partir de ahí podría ser necesaria la elaboración de una adaptación curricular. Enlace a web orientativa: Adaptaciones Curriculares.

•  Fase tercera: valoración y diagnóstico desde los servicios sanitarios 

Los médicos de atención primaria y los pediatras son otro ámbito de detección y lugar donde los progenitores pueden comunicar las alteraciones o dificultades que tienen con su hija o hijo. Bien por iniciativa propia o bien por el diagnóstico obtenido desde el centro escolar, pedirán cita con los servicios especializados de salud para la correspondiente valoración neurobiológica y el subsiguiente tratamiento.
En la exploración hay que descartar la existencia de patologías orgánicas que cursan con síntomas comunes a este trastorno, es decir, revisar vista, oído y funcionamiento cerebral.

•  Fase cuarta: evaluación de las actuaciones 

Se trata de un plan de evaluación donde se recojan todas las actuaciones, propuestas e intervenciones que el menor está recibiendo, de tal manera que se diseñe y se programe un plan de coordinación y seguimiento para valorar el funcionamiento del tratamiento a corto, medio y largo plazo.

PLAN DE COORDINACIÓN Y SEGUIMIENTO

• Reuniones trimestrales del tutor con los padres para valorar la evolución del alumno, previa recogida de datos  observados u obtenidos por los profesores, y para recoger toda la información que ellos puedan aportar sobre asistencia sanitaria o psicopedagógica externa, o tratamiento farmacológico, así como comportamiento fuera del entorno escolar. Para la recogida de datos del profesorado y de la familia podrá elaborarse una plantilla que facilite también el almacenamiento de esa información.

•  Reunión trimestral del tutor con el Dpto. de Orientación, para transmitirle la información, valorar la evolución del alumno y hacer las rectificaciones necesarias.

• Reunión trimestral del tutor con el equipo educativo del alumno, para transmitir las informaciones recibidas de profesores/padres/orientación y comunicar las propuestas de mejora pertinentes.

• Si se considera necesario en casos puntuales, pueden concertarse citas del tutor o/y Dpto. de orientación con los profesionales externos que estén atendiendo al alumno, tales como psicólogos, terapeutas, neurólogos, psiquiatras, profesores particulares...